La verdad y el límite humano
Fragmento de mis reflexiones sobre la lectura de Introducción al cristianismo de Joseph Ratzinger:
Frente al límite humano para conocer la verdad, puede reaccionarse (en general) de dos maneras: "como no soy capaz de ver (ni siquiera puedo fiarme de lo que 'parece ser' desde mi punto de vista), declaro falsa a la realidad, o al menos ajena a la capacidad del hombre para acceder a ella, por lo que me recluyo dentro de mis apariencias", o bien, "hasta donde puedo ver (en efecto, algunas cosas puedo afirmar como verdaderas, según mis propias facultades), la realidad me invita a abrirme a ella; puedo ver desde mi propio horizonte que debo recibir lo que por mí mismo no puedo abarcar". Esta última es auténtica humildad, aquella es una modesta arrogancia.
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