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Mostrando las entradas de octubre, 2017

Dios está ahí

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Fragmento de mis reflexiones sobre la lectura de Introducción al cristianismo de Joseph Ratzinger: El nombre de Dios, “Yo Soy”, no revela lo que Él es en sí mismo; en cambio, permite confirmar que en sí mismo no es alcanzable con las categorías del pensamiento (salvo por vía negativa), de modo que permanece siendo lo radicalmente otro de la filosofía griega; lo que sí hace el nombre, es añadirle a esa misma realidad impenetrable la condición social que la hace accesible al hombre. Me parece que los que hablamos español podemos aprovecharnos de una ventaja. En alemán, al igual que en inglés, no existe una palabra para traducir el término "estar". Ratzinger explica que el gran Sein  impenetrable de Dios, al revelar su nombre, se añade a sí mismo un für , Sein-für (Ser-para), cuyo sentido es mostrar que "Está ahí" para el hombre, que se hace accesible, que no sólo es Gott Ist , sino Gott Ist für sie da . En mi opinión, el Ist da , al añadirle la cate...

Cuando Dios ya no tiene más qué decir

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En Misa, uno puede presenciar la obra de su propia redención. Ahí, delante de uno mismo, se lleva a cabo su rescate; la muerte es derrotada, y la vida abundante emana como don eterno. ¿El precio? La muerte escandalosa del Hijo de Dios, terrible, viva, presente, visible... Dios se hace nada para que uno se haga todo. Cuanto Él entrega por medio de su sacrificio, todo su cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad, se vierte sobre la víctima de su amor, de tal modo, que no puede más que decirse "todo está consumado".

El suicidio de la filosofía

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Fragmento de mis reflexiones sobre la lectura de Introducción al cristianismo de Ratzinger: La filosofía y la teología comparten la misma vocación de comprender el significado último de la realidad. Por eso, la filosofía no puede ignorar a la teología, pues no debe conformarse con lo que un método específico le ofrece, cuando ese método no le alcanza para comprender el significado que por naturaleza busca. No puede permanecer confinada dentro de él, pues eso supondría traicionar su propia naturaleza. Tiene que abrirle la puerta a la teología y prestarle oído, pues de lo contrario, si se la cerrara, estaría encerrándose a sí misma, y, cruelmente, estaría dejando de ser filosofía.

¿Creer o no creer?

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Fragmento de mis reflexiones sobre la lectura de Introducción al cristianismo de Joseph Ratzinger: El creyente y el no creyente, al final, no son tan distintos. De hecho, son iguales en cierto sentido. Ambos participan de la misma estructura doxológica, es decir, ambos son creyentes. La diferencia nominal es engañosa, porque sugiere que sólo uno de los dos se embauca en asumir un riesgo que parece nocivo para la existencia humana, porque deja entrar en ella la incertidumbre. Para el modernismo, que busca sobre todo la certeza, y que reduce a la racionalidad a su dimensión empírica y logicomatemática, eso puede parecer una traición, porque saca al hombre de la seguridad racional, porque abre espacios para que penetren las tinieblas del dogmatismo. La acusación proviene de una concepción reducida de racionalidad, que absolutiza al pensamiento calculador, al factum y al faciendum , y les atribuye el monopolio de la verdad. Pero esa concepción es ingenua, porque pasa por alto que el...

La verdad y el límite humano

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Fragmento de mis reflexiones sobre la lectura de  Introducción al cristianismo  de Joseph Ratzinger: Frente al límite humano para conocer la verdad, puede reaccionarse (en general) de dos maneras: "como no soy capaz de ver (ni siquiera puedo fiarme de lo que 'parece ser' desde mi punto de vista), declaro falsa a la realidad, o al menos ajena a la capacidad del hombre para acceder a ella, por lo que me recluyo dentro de mis apariencias", o bien, "hasta donde puedo ver (en efecto, algunas cosas puedo afirmar como verdaderas, según mis propias facultades), la realidad me invita a abrirme a ella; puedo ver desde mi propio horizonte que debo recibir lo que por mí mismo no puedo abarcar". Esta última es auténtica humildad, aquella es una modesta arrogancia.

La belleza de la inestabilidad existencial

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Fragmento de mis reflexiones sobre la lectura de   Introducción al cristianismo  de Joseph Ratzinger: Ratzinger sugiere que la duda que experimentan ambos, creyentes y no creyentes, forma parte constitutiva de lo que son. El hombre tiene que optar por un modo de posicionarse frente a la realidad, y sea cual sea el que elija, tendrá que vivir con esa amenaza que provoca en él incertidumbre. Ese desafío existencial es inevitable, es parte del hombre. Esquivar el problema es "esconderse de uno mismo".  La experiencia de esa tensión es el patrón básico de su destino.  A nte esta inevitable vulnerabilidad, podríamos quizá sentirnos decepcionados y frustrados, pero Ratzinger no lo ve así. Me parece fascinante el modo en que enfoca el problema con un lente positivo: mira a la duda como una realidad que debe de ser bienvenida, no como algo de lo que haya que lamentarse. Gracias a esa "insatisfacción existencial", el hombre se ve prevenido de instalarse en sí mismo...

La filosofía y el nombre de Dios - Platón y Moisés

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Fragmento de mis reflexiones sobre la lectura de  El Dios de la fe y el Dios de los filósofos  de Joseph Ratzinger. La filosofía tiene la misión de descubrir la inapelabilidad de Dios, como paradigmáticamente hicieron los griegos. Ratzinger señala la armonía que existe entre la Escritura y la filosofía precisamente porque en la traducción de los LXX "el nombre de YHWH es concebido como declaración de la esencia, en la que Dios descubre el originario fondo metafísico de su ser".  Ahora bien, el contenido esencial que se identifica con el nombre revelado, no es sin más la apelabilidad, sino la apelabilidad del que era inapelable. Y precisamente por eso existe una clara continuidad entre el saber filosófico y el contenido de la Revelación: la filosofía es capaz de recorrer la mitad del camino, hasta alcanzar la inapelabilidad, pero la revelación completa el recorrido añadiendo el movimiento del Dios inapelable que se hace apelable. Esa sería, entonces, su esencia, expres...